Noguera humanista y mecenas

Otro de los rasgos característicos de Raimon Noguera es su persistente interés por el estudio, la difusión y la conservación del patrimonio documental. Ya notario en Barcelona, pronto entra a formar parte de la comisión de Cultura de Colegio notarial, donde asume el cargo de notario archivero.

Difusor convencido de la importancia de los legajos y manuales de los notarios como fuente documental para escribir la historia -grande y pequeña- del país, en 1936, cuando la guerra civil estalla, en plena efervescencia revolucionaria en Barcelona, ​​Noguera protagoniza un episodio elocuente: un grupo de anarquistas acude armado el Colegio notarial para destruir el archivo de protocolos, que representa el testimonio escrito de la propiedad privada. Noguera les hace frente con arengas y les convence, finalmente, de no quemarlo.

Terminado el conflicto, en 1939 él impide el traslado del archivo. Se le encomienda entonces la organización del Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona (AHPB), que será el primero que se organiza en España. Tiene el acierto de confiar esta tarea a buenos colaboradores encabezados por Josep M. Madurell i Marimon (1893-1983), autor de un Índice cronológico alfabético (1950-1959, 3 vol.) que ha sido la base del actual Inventari de l’Arxiu Històric de Protocols de Barcelona, que abarca del siglo XIII a 1940 (2001–2019, 9 vol.), a cargo de Lluïsa Casas y ​​publicado por la Fundación Noguera. Los libros y artículos publicados por Madurell y sus fichas manuscritas, a disposición del usuario en el AHPB, siguen siendo hoy una herramienta indispensable para adentrarse en los fondos.

Pero, sobre todo, Noguera es el responsable de abrir los documentos al público, pues él concibe el archivo como algo vivo y abierto de par en par a los investigadores. Para reunir los trabajos de investigación que se realizan, en 1948 funda la revista «Estudis Històrics i Documents dels Arxius de Protocols«, que está accesible desde esta página web.

Publica varios estudios sobre la historia del notariado, sobre los archivos de protocolos y el instrumento notarial. Noguera y Madurell colaboraran aún en una recopilación de Privilegios y Ordenanzas históricos de los Notarios de Barcelona (1965). De Noguera también tenemos sus estudios jurídicos, especialmente sobre instituciones económicas medievales catalanas, como la enfiteusis, las compañías mercantiles o los pedidos marítimas.

Ya en la madurez, el interés permanente de Raimon Noguera en difundir el legado histórico catalán, en algunos casos de alcance universal, como el Llibre del Consolat de Mar, le llevan al mecenazgo: primero constituye el Fondo Noguera, dentro del Institut d’Estudis Catalans, para impulsar y financiar la investigación en estos ámbitos, y finalmente, crea su legado más personal, la Fundación Noguera.