Los Girona, la gran burguesía catalana del siglo XIX

El mundo contemporáneo arranca con la Revolución Industrial y se caracteriza por la emergencia de una nueva clase social, la burguesía. Cataluña, como los países más avanzados de Europa, no se quedó al margen de este proceso. Los historiadores han  documentado sobradamente la existencia de cambios en las relaciones sociales y económicas desde mediados del siglo XVIII. Y a pesar de la devastadora crisis que caracterizó el paso del Setecientos al Ochocientos, en el siglo XIX el país tenía una burguesía singular, capaz de realizar proyectos impresionantes. En este sentido, Cataluña se convierte en un caso fascinante, que acumula éxitos y también fracasos, pero que no deja de sorprender por el dinamismo de su actividad, la capacidad de adaptación a los cambios y en circunstancias a menudo adversas. La importancia que tuvo la burguesía en el proceso de industrialización catalán fue ya señalada por Jaume Vicens Vives.

¿Porqué y cómo los Girona se convirtieron en la principal familia de la gran burguesía catalana del siglo XIX? No nacieron burgueses. Lo acontecieron en el proceso. ¿Cuál fue el papel de la gran burguesía en el proceso de crecimiento del Principado y cuál el grado de participación del factor empresarial en la consolidación de la Revolución Industrial?

Para que el lector tenga una idea avanzada de los efectos de su obra, citemos someramente algunos de los resultados de la completa y profunda investigación de la autora: durante el siglo XIX los Girona estuvieron implicados en la constitución de más de setenta empresas, lograron el primer lugar en el ranking del negocio de los instrumentos financieros, figuraban entre los principales protagonistas que comerciaban en la Lonja de Barcelona, ​​convirtieron la casa Girona en la primera sociedad en volumen de negocio, fueron los impulsores de la modernización del sistema bancario con la fundación del Banco de Barcelona, ​​construyeron la red ferroviaria exclusivamente con capital del país, realizaron todas las obras del Canal de Urgell, perforaron minas con la esperanza de obtener carbón para las fábricas catalanas, construyeron puentes y carreteras, edificaron el  Gran Teatre del Liceu, la Universidad de Barcelona… Sin embargo su influencia, más allá del ámbito estrictamente económico, se desplazó hacia la esfera política y social. Los Girona participaron activamente en las principales instituciones públicas y privadas del país, y muy especialmente Manuel Girona, que fue diputado, senador y alcalde de Barcelona.

Este importante trabajo figura entre los que han recibido la Beca Raimon Noguera, en concreto en 2012.